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¿Qué es mejor para su ordenador portátil: apagar, suspender o hibernar?

Los ordenadores se pueden apagar, suspender o hibernar. Aunque en algunos casos también pueden utilizar una suspensión híbrida. Es importante aprender las diferencias, decidir cuál es la opción correcta para nuestro portátil y así aprovecharlo al máximo.

Algunas personas dejan sus ordenadores funcionando 24/7, mientras que otras los apagan en el momento en que se alejan de él. Los ordenadores portátiles requieren que seas consciente de tus hábitos, especialmente cuando se están utilizando mediante baterías.

Cada opción tiene sus ventajas y sus inconveniente, así que vamos a echar un vistazo más profundo a cada una.

Apagar vs. suspender vs. hibernar

Cada uno de los cuatro estados de un portátil parece apagarlo, pero todos funcionan de manera diferente como vamos a ver a continuación.

  • Apagar: Este es el estado de apagado al que la mayoría de nosotros estamos familiarizados. Al apagar nuestro ordenador se cierran todos los programas y se apaga el sistema operativo. Un ordenador apagado casi no tiene energía. Sin embargo, cuando lo necesitemos, deberemos encenderlo de nuevo y pasará por el típico proceso de arranque esperando a que el hardware y los programas de inicio se carguen. Esto puede llevar de unos segundos a unos minutos dependiendo de tu sistema operativo.
  • Sleep (suspender): Durante este modo de reposo, el PC entra en un estado de baja potencia. El estado se mantiene en la memoria, pero otras partes se cierran y no utilizan ninguna energía. De esta forma, cuando se encienda de nuevo, volverá a la vida rápidamente y no tendrá que esperar a que arranque todo el sistema. Todo estará a un paso, incluyendo las aplicaciones ya ejecutadas y los documentos previamente abiertos.
  • Hibernar: El ordenador guarda su estado actual en el disco duro volcando el contenido de su memoria a un archivo. Al arrancarlo, este carga el estado anterior de su disco duro a la memoria. Esto le permite guardar el estado inicial, incluyendo todos los datos y programas abiertos, y volver a él más tarde. Lleva más tiempo reanudar desde la hibernación que suspender, pero utiliza mucho menos energía que la suspensión. Un equipo en hibernación utiliza aproximadamente la misma cantidad de energía que un equipo apagado.
  • Híbrido: El modo híbrido está diseñado realmente para ordenadores de escritorio, debe desactivarse de forma predeterminada para la mayoría de los portátiles y es como una combinación de suspensión e hibernación. Guarda su estado actual en el disco duro del mismo modo que la hibernación y al igual que la suspensión este también mantiene un leve flujo de energía que va hasta la memoria para que pueda despertar al equipo de forma casi instantánea. La idea es poner nuestro ordenador en un modo de suspensión y aun así estar protegido en caso de que se pierde potencia eléctrica mientras este descansa.

¿Cuándo su computadora portátil se debe apagar, suspender o hibernar?

Cada persona trata sus ordenadores de una forma distinta. Algunas siempre apagan sus ordenadores y nunca aprovechan la comodidad de los estados de suspensión e hibernación, mientras que otras las manejan las 24 horas del día y los 7 días de la semana. El hecho es que apagar, suspender o hibernar son opciones con una función determinada que debe ajustarse a nuestras necesidades, o sea, que tu elijes:

  • Cuándo suspender

El sueño es particularmente útil si te alejas de tu ordenador en cantidades pequeñas de tiempo. Puedes poner tu PC a dormir para ahorrar electricidad y energía de la batería. Cuando necesites volver a usarlo lo puedes reanudar en pocos segundos justo desde donde lo dejaste. Tu ordenador siempre estará listo para usar cuando lo necesites. Dormir no es tan bueno si planeas estar lejos del equipo por períodos prolongados, ya que la batería se terminará agotando.

  • Cuándo hibernar:

Ahorra más energía que la suspensión. Si , por ejemplo, no vas a usar tu ordenador por un largo periodo de tiempo como una noche completa puedes ponerlo en estado de hibernación, pero debes recordar que luego será más lenta la reanudación que durante la suspensión. Si está hibernando o apagado cada vez que te alejes de él perderás mucho tiempo esperando que a que arranque de nuevo.

  • Cuándo apagar:

La mayoría de los equipos se reanudan mucho más rápido desde un estado de hibernación que desde uno de apagado completo, por lo que es mejor que tu portátil este hibernando que apagado. Sin embargo, algunos ordenadores o programas pueden no funcionar correctamente al reanudar desde la hibernación, en esos casos tendrás que apagarlo. También es una buena idea reiniciarlo de vez en cuando. La mayoría de los usuarios de Windows han notado que este necesita algún reinicio ocasional. Aqunque la mayoría de las veces, la hibernación debería estar bien.

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La cantidad exacta de energía utilizada por la suspensión e hibernación depende del dispositivo, aunque el modo de reposo generalmente usa sólo unos pocos vatios más que el modo de hibernación. Algunas personas pueden optar por usar el reposo en lugar de hibernar para que sus equipos se reanuden más rápido. Si bien utiliza más electricidad residual, es seguramente más eficiente en cuanto a la energía que dejando una computadora funcionando todo el tiempo.

La hibernación es particularmente útil para ahorrar energía de la batería en las computadoras portátiles que no están conectadas. Si quieres llevarte el ordenador portátil a algún lugar y no quieres perder energía de la batería, tendrás que activar la opción Hibernar en vez de ponerlo en suspensión.

Haz tu mismo la elección…

En Windows 7, 8, 8.1 y 10, pulsa la combinación Windows+R para abrir el cuadro ‘Ejecutar’, escribe powercfg.cpl y pulsa Aceptar.

Una vez que has hecho tu elección, puedes controlar lo que sucede cuando presiona el botón de encendido o cerrar la tapa de tu portátil.

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En la ventana Opciones de energía, haga clic en el enlace Elija qué botones de alimentación en el lado izquierdo.

En la ventana Ajustes del sistema, puedes elegir qué presionar: el botón de encendido, el botón de suspensión o el cierre de la tapa. Puedes configurar esas opciones de forma diferente para cuando esté enchufado a una toma de corriente o funcionando con las baterías.

También puede modificar las opciones de ahorro de energía para controlar lo que hace automáticamente cuando lo dejas inactivo. Si, por alguna razón, estás utilizando un ordenador portátil con Windows 8, 8.1 o 10 que no proporciona ninguna opción de hibernación, contacta con nosotros para volver a habilitar esta opción.

4 peligros por los que no usar Windows XP

En un momento en que la tecnología cambia cada día, parece inconcebible que un Sistema operativo lanzado hace 16 años siga vigente. Este es el caso del Windows XP, que a pesar de no contar con el soporte técnico de Microsoft desde 2014, todavía está presente en el 5,6% de ordenadores españoles. Por eso te invitamos a descubrir por qué y cuáles son los riesgos que implica tenerlo.

El legado de Windows XP

Resulta curioso pensar que este sea incluso más usado a nivel mundial que el MacOS X (3,21%); pero no debería extrañarnos en un mundo dominado por este gigante del software. De hecho, más del 91% de todos los ordenadores a escala mundial utilizan la plataforma Windows para funcionar.

La pregunta obligada es: ¿Qué lo hace tan especial? Equivalente a la versión del año 95, los cambios en XP representaron en su momento un avance significativo en performance, seguridad, velocidad y facilidad de uso. Su éxito vino después de versiones menos populares como 98, 2000 y ME.

Es más, ni siquiera la que fue en su momento anunciada como una mejora sustancial, el infame Windows Vista (2006), representó un cambio significativo para las empresas. Más bien reafirmó el papel de XP como un sistema sólido. Eso consiguió que muchos todavía consideren hoy que Vista significara un retroceso en muchos aspectos.

Por ésta y muchas otras razones, su dominio se extendió a lo largo y ancho del planeta: Usuarios particulares, organizaciones, instituciones públicas y empresas no habían podido migrar a un sistema mejor. Tuvo que aparecer Windows 7 (2009) y más recientemente Windows 10 para que se viera un cambio real. Aun así dicha transición resulta costosa o innecesaria para algunos.

 

¿Pero existen riesgos por usarlo?

Muchos podrían alegar a favor de mantener este sistema operativo por su fiabilidad. El principal problema está relacionado con varios factores que se conjugan para tratar de mantenerlo vigente. En CDMAC, cómo expertos,  hemos analizados cuáles son los más relevantes:

  1. Actualización. Por más que adores tu Windows XP resulta inviable para aquellos que trabajan con Internet ya que requieren ciertas aplicaciones recientes y necesitan un mejor desempeño. La evolución dentro de la informática es inevitable y busca una mejora continua de las prestaciones en términos de Software y Hardware. Seguir confiando en una plataforma que ya supera los 16 años limita tus opciones de trabajo y te expone a amenazas reales.
  2. Compatibilidad. Los fabricantes más reconocidos de programas, máquinas, periféricos y accesorios crean productos para el SO del momento. Para ellos las versiones obsoletas forman parte del pasado y también representan una forma de estancamiento que les impide avanzar. Esto se manifiesta tarde o temprano en problemas de incompatibilidad, dejándote con menos opciones para sacarle el mayor provecho a tu ordenador y que tenga la utilidad que necesitas.
  3. Soporte técnico. A pesar de que XP cuenta con soporte oficial para cajeros automáticos hasta el 2019 para que las instituciones puedan migrar, no es lo mismo para los ordenadores, ya Microsoft tomó la determinación de que no seguirá ofreciendo actualizaciones y es así desde el año 2014. Por lógica, vas a tener una plataforma vulnerable a ataques cibernéticos, que va a presentar problemas de compatibilidad, con un funcionamiento limitado y que no va a evolucionar.
  4. Seguridad del sistema. En función de todo lo anterior, este sistema operativo presenta fallas de seguridad que se van a acentuar con el tiempo. Esto implica que las máquinas que funcionen con el estarán restringidas a labores rutinarias que no tengan que ver con conectarse a Internet. Si estar desconectado es un lujo que puedes darte, hay otros que lo perciben como el fin de los tiempos.

Cambiar de sistema operativo no es tarea sencilla, pero debe hacerse en un momento dado. Un ejemplo claro del que nos hemos enterado hace poco tiene que ver con Windows 7.  Microsoft ya anunció que seguirá apoyándolo hasta el 2020, por lo que se hace necesario pasar a la versión 10 para ahorrar costos y facilitar la transición.

 

Protección contra el Ransomware WannaCry

Como nota interesante, este Sistema operativo recibió hace poco una actualización de seguridad debido a un importante ataque dirigido a los sistemas con Windows. Se trató de este virus de secuestro que apareció en Mayo 2017  y sus consecuencias fueron devastadoras para muchos usuarios.

Como especialistas en informática, este dato es tanto importante como preocupante. En principio se estimó que los ordenadores más afectados usaban XP, pero eso fue desmentido al investigarse a fondo y concluir que los equipos que tenían Windows 7 fueron los más comprometidos durante el incidente.

En este caso, nuestra recomendación para las empresas es contar con un servicio externo que se encargue de mantener los equipos informáticos actualizados. A menudo son pequeños detalles que se pasan por alto, pero que nosotros manejamos a diario para ofrecer seguridad, respaldo adecuado y soporte todo el año.